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martes, 20 de abril de 2010

COLIBACILOSIS AVIAR

COLIBACILOSIS
AVIAR

Por
Gonzalo Vergara

Es
un tema ya muy viejo, pero por
desgracia actual, que sigue afectando a las aves en general y en especial a
nuestros canarios, produciendo grandes bajas en algunos criaderos.

INTRODUCCIÓN

La colibacilosis es un proceso localizado o sistémico producido por
E.coli, existen varios tipos de colibacilosis en aves, según qué tejido se
encuentre afectado o qué enfermedad se produzca.

E.coli aparece normalmente en la porción baja del tracto digestivo.
Ciertos serotipos de E.coli poseen atributos específicos de virulencia, denominándose
APEC (Avian Pathogenic E.coli). E.coli
aviar patógeno capaz de
generar enfermedades.

Es posible aislar el microorganismo de las membranas mucosas del tracto
respiratorio (faringe y tráquea), pero su presencia no se considera normal. La
presencia en piel y plumas es
considerada un contaminante ambiental.

Se pueden encontrar numerosos E.coli en
el ambiente de los jaulones, especialmente en el polvo.

Las crías jóvenes pueden contaminarse a través de los huevos contaminados; E.
Coli “florece” en ausencia de una microflora intestinal ya establecida, y se
extiende fácilmente con las heces durante los primeros días de vida en
canarios sanos, con buenas defensas y
buena flora digestiva; las
bacterias gram(+) colonizan el intestino antes que las gram(–) (E.coli). Se
establece un equilibrio entre bacteria y el hospedador (canario) y si el
equilibrio persiste NO hay colibacilosis.


La infección natural del tracto respiratorio en aves
se produce por inhalación de polvo contaminado por heces. Las regiones
de intercambio gaseoso, sacos aéreos y pulmonares son muy vulnerables a la
colonización e invasión bacteriana. MUCHAS de las septicemias colibacilares
comienzan en los sacos aéreos.

Tres
factores van a determinar la presencia de colibacilosis:

·
Número
de bacterias.

·
Virulencia
del organismo.

·
Estatus
de las defensas del canario.

INFECCIONES
LOCALIZADAS

Onfalitis:

es una inflamación del ombligo. Normalmente se afecta al saco vitelino dada la
proximidad. La infección del saco puede provenir directamente del huevo, del
intestino o del torrente sanguíneo. Las
características son: inflamación, edema, enrojecimiento y pequeños accesos en
el ombligo. El abdomen está distendido.

Las
consecuencias son carencias nutricionales, defensas insuficientes, absorción de
toxinas, y propagación de E.Coli por el cuerpo del ave, produciéndose
colisepticemia. Los que sobreviven suelen estar aturdidos y con crecimiento
deficiente. El saco vitelino se contrae pero permanece en forma de abceso
durante un tiempo.

Celulitis:
es una inflamación debajo de la piel. A diferencia de los mamíferos, en aves
es normal. Hay dos formas:

· Proceso
inflamatorio:
Implica al tejido subcutáneo, en particular al espacio comprendido
entre el muslo y el abdomen. El pobre emplume y crecimiento rápido
predisponen a este tipo de lesiones.

· Síndrome
de cabezas hinchadas: La inflamación se origina por el cúmulo de exudado bajo
la piel en respuesta a la bacteria. La puerta de entrada pueden ser las
membranas mucosas inflamadas de los senos o de la cavidad nasal o conjuntiva,
pudiendo llegar la cabeza a adquirir un tamaño descomunal.

Diarrea:

Es la manifestación clínica más frecuente de la colibacilosis. Los canarios
con diarrea están deshidratados, los intestinos están pálidos y distendidos
con fluido. El ciego es acuoso y puede contener pus.

Salpingitis
(adultos):
Es
la inflamación del oviducto, estando marcadamente distendido se produce
disminución o imposibilidad de la puesta.
MÉTODOS
DE CONTROL



Terapia
antimicrobiana:

La colibacilosis es la principal causa de uso de antibióticos en avicultura.
E.Coli puede ser sensible a muchos
antibióticos como ampicilina, nirofuranos, florfenicol, neomicina,
fluoroquinolonas, gentamicina, trimetropin-sulfas, ac. Nalidixico, polimixina b,
estreptomicina y sulfamidas. De una revisión reciente en Georgia, resultó que la mayoría de los aislados en pollos (64%) tenían
resistencia a 5 o más antibióticos, eso se debe al mal uso de los mismos y
creo que en canaricultura aun es peor. Debemos
hacer un uso juicioso de los mismos. Es necesario comprobar la eficacia de un antibiótico en el
laboratorio previo a su empleo. Las dosis de empleo y el tiempo de tratamiento
deben ser los precisos, yo creo que las dosis deben ser 3 ó 4 veces más altas
que las recomendadas habitualmente, así como prologarse varios días más el
tratamiento, por razones que ahora no voy a exponer. La subdosificación es nefasta y genera resistencias más rápidas
en el tiempo.

Hay que buscar otras alternativas para controlar la colibacilosis y entre
ellas está la de eliminar los agentes primarios de la infección,
eliminación drástica de los sujetos susceptibles de padecer la enfermedad, por
muy buenas cualidades selectivas que tengan y elección de los sujetos más
sanos y robustos.

Pautas
de manejo:

La higiene se considera la clave para el control. Esto incluye los nidos
y manejo de los huevos, al ser un habitante normal del intestino, la contaminación
fecal de la cáscara es posible transmitirla,
sacad los huevos lo antes posible; la limpieza y desinfección de las manos
juega un papel importantísimo. El agua (de bebida) suele ser una fuente
de infección.

Resistencia
genética:

Avances en biotecnología han hecho posible identificar genes de aves
resistentes y transferir sus secuencias de ADN a determinadas líneas; creo
que por aquí es por donde debemos ir.

Exclusión
competitiva:

El efecto protector de la microflora normal del intestino frente a cepas
patógenas de E.coli está bien documentado en pollos y pavos, en los canarios
se supone que es lo mismo. En el mercado hay preparados comerciales “indefinidos”
que han demostrado ser eficaces a la hora de reducir la colonización de cepas
patógenas de E.coli en las aves que reciben dichos preparados. La adición de
lactobacillus protege mediante un mecanismo de acidificación del buche, ciego y
colon.

En definitiva E.Coli puede causar enfermedad sin ayuda de ningún agente
estresante adicional pero la mayoría de los procesos colibacilares son el
resultado de E.coli “normales” que se comportan como agentes infectivos
secundarios. En estas ocasiones podemos usar antibióticos pero,
racionalmente.

Pero lo más importante radica en un buen manejo y selección de los
ejemplares que usemos como reproductores, excluyendo todos
los que nos hagan dudar.

La
manifestación clínica más frecuente de la colibacilosis es la diarrea, suele
afectar particularmente a los pichones durante los primeros días de vida,
pudiendo ocasionar gran mortandad e incluso arruinar totalmente una temporada de
cría.

Cabe
sospechar de la proliferación de cepas patógenas de E.coli cuando hay
mortandad de pichones, normalmente entre el 2º al 9º día, las madres tienen
las plumas del pecho y vientre alborotadas y con aspecto de estar mojadas
“Enfermedad del sudor”, provocado por las heces diarreicas de los pichones,
las cuales están contenidas dentro de una sustancia mucosa en pájaros sanos
que las madres limpian con facilidad, las heces diarreicas y el calor del nido
favorecen la multiplicación de E.coli que penetra por distintas vías en el
organismo del pájaro provocando su muerte en 2/3 días, negándose a comer
aunque los padres
intenten embucharlos una y otra vez.

TERAPIA
ANTIMICROBIANA:

Éste es el único método eficaz para intentar salvar un año de cría
en el supuesto de que la enfermedad esté difundida en el criadero. Si no
podemos realizar un análisis inmediato, recurriremos a un antibiótico; el
tratamiento de elección sería la gentamicina sulfato al 6 % en polvo, añadida
a la pasta de cría a razón de 5 g/k. desde el día 1º a 20º de vida,
adicionando probióticos de 1 a 4 gr/k. según composición. Si las crías ya
están afectadas y notamos que no quieren comer, tendremos que duplicar la dosis
para que la cantidad de antibiótico que le aportan los padres con la comida sea
una dosis curativa, con este tratamiento y dosis suele haber mejorías
espectaculares, “milagrosas”, pero MUCHO CUIDADO CON LOS MILAGROS. Vuelvo a
repetir, debemos hacer un uso juicioso de los antibióticos, el tratamiento
debe ser enérgico con dosis altas y un tiempo largo; los canarios tienen
“el metabolismo muy acelerado”, el tiempo de vida media de un antibiótico
es muy corto y su eliminación muy rápida, no deben quedar bacterias vivas, así
lo que ahora es un milagro, al año siguiente puede ser la “ruina” al no
poder atajar la enfermedad con ningún quimioterápico, debido a las temibles
RESISTENCIAS BACTERIANAS. Debemos usar los antibióticos con mucha cautela, no
realizar “limpiezas” precria por sistema y si nos decidimos a hacerlo que
sea con las dosis y tiempo largo sin usar “cocteles” de antibióticos muchas
veces incompatibles.

Otro
quimioterápico eficaz contra E.coli es la enrofloxacina, no existen preparados
en polvo, es necesario diluirla y posteriormente añadir a la pasta de cría.

EXCLUSIÓN
COMPETITIVA:

Añadiendo probióticos a la pasta de cría o en el agua de bebida,
podemos modificar la microflora intestinal del ave, pero ¿Qué es un probiótico?
Son bacterias inofensivas que normalmente forman parte de la microflora
intestinal del ave , están cultivadas en condiciones asépticas y normalmente
se acompañan de levaduras para mejorar
o potenciar su acción terapeutica.

Existen
distintos preparados comerciales, suelen utilizarse:

Escherichia
coli apatógeno

Estreptococcus
faecium

Lactobacillus
acidophilus, bulgaris,casei etc.

Sacharomyces
cerevisae

Todos
utilizables en canaricultura, con ellos se pretende modificar la microflora
intestinal del canario en casos de desequilibrio o simplemente como profilaxis.
Cuando existe la enfermedad, el intestino está colonizado por E. Coli patógeno,
se pretende que estos probióticos ocupen el lugar de los E.coli. Su uso suele
ser eficaz en caso de Salmonellosis, en donde los quimioterápicos no producen
el efecto deseado. No producen tolerancia ni resistencia, se pueden usar durante
todo el año. Existen preparados en forma de polvo que se pueden añadir a la
pasta de cría y al agua de bebida, los mejores resultados se obtienen en la
pasta de cría.

EFECTOS
NUTRICIONALES SOBRE LA COLIBACILOSIS:

La nutrición juega
un papel importante sobre el sistema inmune del ave: la vit.E ,
antioxidante y la vitamina
A, como mantenedora de las mucosas y epitélios y la vit.C, en grandes
dosis en ocasiones han sido eficaces en el tratamiento de la colibacilosis; la
incorporación de ac. Grasos polinsaturados (Omega3) y espirulina, como
potenciadores del sistema inmunitario, se presentan como apoyo dietético frente
a la colibacilosis.

CONCLUSIÓN:
Podemos utilizar antibióticos si queremos reducir el impacto de la enfermedad,
E.coli puede causar enfermedad por sí solo sin necesidad de ningún agente
estresante adicional, pero la mayoría
los procesos colibacilares son el resultado de los E.coli “normales”
del canario que se comportan como agentes infectivos secundarios, por tal
motivo.

Con
prácticas de manejo correctas, desinfección, bioseguridad, exclusión
competitiva, alimentación adecuada, eliminación de sujetos susceptibles de
padecer la enfermedad,
elección de sujetos procedentes de familias numerosas y sanas, E. Coli
no debería de provocar enfermedad.

Todo
lo expresado anteriormente lo podemos realizar siempre que trabajemos sólo y
exclusivamente con nuestros canarios, pero siempre adquirimos “otros”
procedentes de distintos criaderos e incluso de otros países, de los cuales
desconocemos las pautas de manejo del criador y ahí comienza el problema de
nuevo,
CUIDADO AL ADQUIRIR NUEVOS EJEMPLARES.

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